05/Aug/1984

Los dibujos de Margarita Checa

Crítica

Violencia y soledad en los dibujos de Margarita Checa.

Un acertado homenaje rindió Margarita Checa a la desaparecida artista Cristina Gálvez, al realizar una muestra de dibujos sobre tela, en la Galería Camino Brent.

Margarita Checa, discípula de esta maestra, trabaja dibujos cuyos temas son muchas veces escenas de violencia descarnada, dotadas de gran movimiento. Las figuras desnudas y los perros gravitan llenando el vacío de la tela, con una coloración sobria, a base de la sanguina, del negro y los grises. Establece, a base de contrastes, un lenguaje que habla del dolor y la soledad de los seres, trabajados con el carbón demarcando la anatomía de los músculos.

En sus representaciones existe una desproporción anatómica, debido al alargamiento de las figuras hacia los extremos del lienzo, que le dan una estructura de crucifixión sin cruz, movimiento donde existe una constante de los cuerpos sin brazos. El hombre víctima del doberman, hermoso animal de imagen violentada por la soledad, resulta una simbolización del siglo XX.

La estructura dinámica de líneas que envuelven a las figuras, son signos con gestos que amarran o dan movimiento a la cabeza del animal; se inclinan, se envuelven, al hocico, aparecen ó desaparecen entre los cuerpos desnudos, exigiendo a las personas que los contemplan una posición activa, para crear un multiplicidad de lo simultáneo y una atmósfera lúdica y armónica. Aquello que se ve.no.es tanto la escena registrada que se recuerda en el cuadro; más bien, es el grado de concentración y la atención que actúa entre las distintas partes por el sistema de coordenadas de líneas, con lo que nos hace visible algo que nuestra experiencia registra como una sensación, como una fuerza interna y un efecto especial de los personajes.

“Indudablemente, estamos ante una excelente dibujante en búsqueda de nuevos caminos. Trabajando con vigor y sinceridad, Margarita Checa explora varias soluciones, sin apartarse de su derrotero estético esencial, a contrapelo de tantos que cambian de estilo a cada circunstancia, inseguros de, sí mismos y de su obra.

Jorge Bernuy G.

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