Añoranza del mito
ELEGANTES PERSONAJES Y DETALLES SORPRENDENTES MARCADOS SOBRE LA MADERA MEDIANTE ELLOS LA ARTISTA RECREA LOS SÍMBOLOS QUE LA PERSIGUEN
Si hay algo claro en la obra de Margarita Checa, eso son los símbolos: nudos de sentido tangibles en su vida. Lo que hay en su muestra es algo que ella ha trabajado “a nivel simbólico, pero que no ha sido buscado sino encontrado: creo que el símbolo no es parte de ti sino hasta que tú no lo hayas vivido. Hay como una añoranza del mito en mí y conforme he ido caminando en mi vida, he ido encontrado los símbolos que a mí se acomodan. Ha sido como una intuición, porque no importa si los sueño, los encuentro o los leo, para mí son señales de que estoy en el camino correcto: no es algo que me esté imaginando, es real”, explica.
Y las puertas de la percepción se le abren sobre ese mundo de símbolos que ha creado. Y ahí, donde nadie suele observar, ella ha visto e imaginado una serie de detalles, sutiles a veces, contundentes las otras, que hacen de la observación de los personajes de sus esculturas, una verdadera aventura del descubrimiento: Desde las casi imperceptibles incrustaciones de espirales de madera en las sienes o en las extremidades de algunos personajes hasta la una desgarradora espalda des-garrada (“la de la gente apasionada”, dice Margarita), estas esculturas no dejan de sorprender, no dejan de retar nuestra percepción.
Atras